Me sentía más solo que nunca. Fracaso tras fracaso, mi vida se fue llenando de marcas que ya no podían ser borradas. El dolor ya se había convertido en algo normal y la mayoría de mis noches, carecían de sentido.
Y de pronto, así de la nada, apareciste tu. Tan libre, tan rebelde, tan perfecta. Te metiste en mi vida sin pedir permiso, y llenaste mi vida de tu aroma, de tus locuras, de tus miedos.
Y de pronto, así de la nada, apareciste tu. Tan libre, tan rebelde, tan perfecta. Te metiste en mi vida sin pedir permiso, y llenaste mi vida de tu aroma, de tus locuras, de tus miedos.
La soledad continua, las huellas de los fracasos aún siguen vigentes y el dolor me acompaña día a día. Por si fuera poco, tu ya no estás aquí.
Así es como me di cuenta, que las historias de amor se terminan un día, y que, regularmente, dejan más tristeza que alegría.
Ahora me encuentro vagando por las calles de la ciudad que tu frecuentabas, y visitando las cafeterías y los bares a donde íbamos juntos. Hoy vivo buscándote. Solo quiero verte una vez más, para darte las gracias por todos los bellos momentos y por cada uno de tus besos, y para decirte que te odio.
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