02 septiembre, 2013

Típica noche, trágica noche

Es esta amarga y nocturna soledad, sentado junto a mi ventana, las horas pasan lentamente. Nada es igual, verdaderamente, ya nada es igual.
Veo la luna sin emoción, ahora solo es un satélite empeñado en existir bajo la luz de otro. Las estrellas, las malditas estrellas en su mayoría han explotado. La lluvia me cala hasta los huesos y el frío me hace sentir débil, tan frágil.
El silencio de mi habitación, grita tu nombre. ¿Cómo puedo callar, algo que no habla?
La taza de café está vacía, y el vino se ha terminado. Carajo, ¿es qué puede haber algo peor?
Desgraciadamente si. Tu ríes y le regalas esas sonrisas a él. ¿Y yo? Aquí, jodido, añorándote...

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